19 de noviembre de 2014

LUIS EDUARDO AUTE Y LA ALEVOSÍA DE UN ENCUENTRO ANUNCIADO



LUIS EDUARDO AUTE Y LA ALEVOSÍA DE UN ENCUENTRO ANUNCIADO

A veces la vida te pone donde debes estar, una noche, un lugar y un bagaje.

Luis Eduardo Aute y yo teníamos una cuenta pendiente, habían sido ya muchas horas, días, meses y años de dedicarle tiempo, dinero y emociones al seguir su obra..una obra que se remonta desde 1966 hasta la fecha sin ser interrumpida, una de las carreras más sólidas en la historia de la música contemporánea, llena de luces y sombras, humo y azar, melancolía, añoranzas y esa única manera de concebir a Dios mediante el sexo. Luis Eduardo Aute es una pieza fundamental de mi pasaje auditivo por este mundo.

La cita fue dentro del marco del Festival Cultural del Caribe el pasado 17 de Noviembre y el recinto, la explanada central de Playa del Carmen, así que después de la paciente espera, el Cantautor Español se presentó en el escenario, no sin antes brindarnos su ultimo cortometraje "El Niño y el Basilisco" donde describe su infancia, su vida llena de demonios internos, sus miedos y la inevitable cercanía con la muerte.





Cobijado de músicos tan consagrados como el, con su director musical y responsable del sonido de los últimos discos, Tony Carmona, el también guitarrista de Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Luz Casal y Miguel Ríos, el piano de Cope Gutierrez y la voz magistral, coros, percusiones y guitarra de Cristina Narea, a la que le debo muchas pulsaciones a lo largo de su carrera, esta Chilena trabajó también con Sabina, Revólver y fué parte importante de Nacha Pop,

Y así, todo inició, un recorrido por 50 años de historia musical, de recuerdo y de memorias, de días de incertidumbre y de melancolía, pasajes auditivos que van junto a eventos dolorosos, de júbilo y de remembranza, un artista capaz de sacudir conciencias, aligerar la carga y remover historias, Alevosías, Humedades, confesiones y carencias, una historia musical como pocas, desde aquella canción de protesta como es "Rosas en el Mar", las sencillas y directas, "Anda", "Volver a verte" y "Las Cuatro y Diez"....canciones específicas como "Atenas en llamas", el homenaje a México y Tepoztlán en "Cinco Minutos" la fatalista "de alguna manera" y "sin tu latido"...la metáfora de Dios convertida en Sexo con "Aleluya", los terrenos eróticos y auto-satisfactorios de "Dentro" y "Mojándolo todo" la autobiográfica y conmovedora "El niño que miraba el mar" el "Gira luna"...confesiones que se convierten en canciones, flagelos de un Luis Eduardo Aute que, a sus setenta años, muestra una voz perfecta, una elocuencia de admirar y una energía que parece salir de sus canciones, una voz pausada pero firme, esa firmeza que te da la seguridad de saber lo que estás diciendo, poesía llena de arte, arte lleno de luz, melancolía que refrenda amores reales, dolor puro y miedos existenciales....los requisitos perfectos para cualquier artista.



Así, terminó a capella con "Al Alba" una declaración casi apocalíptica de una noche que no termina jamás., Luis Eduardo Aute saldó su cuenta pendiente conmigo, una mirada directa entre los dos, una mueca como sonrisa y un dedo pulgar como agradecimiento al escuchar un sincero grito que salió de mis recuerdos, de mis emociones y de mi amplia admiración hacia él...un "Gracias Maestro".



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